Nos alojamos en un encantador hotel familiar, muy cercano al parque y al centro de la ciudad. La habitación era amplia y cómoda, con un baño impecable. El personal se esforzó para que nuestra estancia fuera satisfactoria, y disfrutamos de un delicioso desayuno con productos de calidad.

Aunque el hotel ofrecía un desayuno de calidad, encontramos que el precio era demasiado caro en comparación con lo que se ofrecía en las instalaciones del hotel.

La habitación es muy amplia y tiene un baño increíble con bañera, el edificio es bonito y está cercano a estaciones de tranvía, el centro y el río, además, se encuentra a 2 km de la Torre Pey Berland.

Tenía una habitación doble con muchas facilidades y una vista fantástica y también un dormitorio y me ha gustado mucho de verdad todo. Ubicación: el hotel estaba no muy lejos de un taxi y también del centro principal. A 400 metros hay un restaurante.

El baño era enano.

Este hotel se encuentra en una ubicación muy cercana al parque y en el centro de la ciudad. Las habitaciones cuentan con encanto y el personal es extremadamente amable. Además, el desayuno ofrece calidad y el personal está dispuesto a ayudar y recomendar cosas.

El precio es un poco caro para lo que ofrece el hotel.

habitaciones lo suficientemente espaciosas y funcionales con un minibar, una caja fuerte personal y una zona de estar.

El hotel tenía una ubicación perfecta, muy cerca del centro de la ciudad y de estaciones de tranvía. La habitación que reservé era moderna y muy espaciosa, con una vista fantástica y una terraza, tal como esperaba. Además, el hecho de disponer de una cafetera/tetera y cristalería fue un gran plus.

La limpieza del hotel es impecable, todo está realmente impecable y reluciente. Las instalaciones son modernas y tienen mucho encanto, agregando un toque especial a mi estancia. El desayuno es de alta calidad, con alimentos frescos y deliciosos, aunque la variedad puede ser un poco limitada. El personal, especialmente Charles, fue excepcionalmente amable y servicial, brindando recomendaciones y asesoramiento con entusiasmo. La ubicación del hotel es perfecta, ya que está muy cerca del parque y en el centro de la ciudad, lo que facilitó explorar todo lo que esta ciudad tiene para ofrecer.

No hay nada que no me guste.

Desayuno de calidad

Atención personalizada de Charles. Hotel nuevo y encantador.Amabilidad extrema del personal.Ganas de satisfacer al cliente

Nada negativo.

Desayuno bueno, con calidad y sin mucha variedad. Personal atento y amable, destacando Charles. Hotel nuevo y encantador, con un trato familiar y ganas de satisfacer al cliente. Volvería a repetir la experiencia.

Desayuno de calidad

Personal atento y servicial. Hotel con encanto y familiar

Ningún fallo.

El desayuno estaba muy bien. No destacaría variedad pero sí calidad. El personal, especialmente Charles, fue muy atento y servicial, asesorándonos y esforzándose para recomendarnos cosas. El hotel es nuevo y acogedor, con un encanto especial. El trato fue extremadamente amable, mostrando muchas ganas de satisfacer al cliente.

Me sentí verdaderamente mimado, no tengo ninguna pega.

El desayuno de Le Palais Gallien estaba muy bien. La calidad era destacada y el personal, especialmente Charles, nos atendió y nos ofreció recomendaciones.

Me sentí muy bien atendido, no tengo ninguna pega.

La ubicación en el centro de la ciudad fue ideal, ya que estuvimos muy cerca del parque. Además, el desayuno fue de calidad y el personal, especialmente Charles, fue muy amable y atento.

Nada.

La ubicación del hotel es ideal para aquellos que buscan alojamiento en el centro de la ciudad. Además, las habitaciones cuentan con baños modernos y amplios, y el servicio de habitación es rápido y atento. El desayuno es otro punto fuerte, con alimentos de alta calidad disponibles. hay varias instalaciones en el hotel, como un spa y un gimnasio.

El precio del hotel puede resultar un poco elevado en comparación con otros hoteles cercanos de características similares.

Literal, ¡nos la pasamos bomba! Fuimos a dos eventos temáticos súper guays donde nos pusieron a bailar como locos. ¡La música estaba increíble y conocimos a un montón de gente divertida! Además, ¡el desayuno estaba delicioso! Comimos como si no hubiera un mañana y no nos cansamos de los jugos frescos y los croissants. ¡Pura vida!

La única cosita que podríamos pedir para tener aún más diversión es que hubiera más opciones de actividades nocturnas para jóvenes fiesteros como nosotros. Estaría de lujo si organizaran fiestas en la terraza con música en vivo y un ambiente más animado.